jueves, 2 de julio de 2009

¿SON CRISTIANOS LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS... ?

DOCTRINAS DEL MORMONISMO

Tengamos presente que las distintas ramas de los Santos de los Últimos Días varían en sus doctrinass. Consideramos la enseñanza básica original. Para un conocimiento más a fondo de la misma, recomendamos el documentado libro El mormonismos y yo.

La Biblia
Los mormones dicen que creen en la Biblia hasta donde se ha conservado la tradición correcta. Afirman que la “iglesia apóstata” la ha corrompido gravemente, quitando muchas partes y agregando otras. Han publicado su propis versión de la Biblia.

El cotejo de la Biblia actual con los manuscritos antiguos hace ver que Dios ha conservado su Palabra libre de tales alteraciones y corrupción.

El mormonismo dice que la Biblia es insuficiente. No contiene toda la verdad que Dios desea darle a su pueblo. Le dio a José Smith revelación al mismo nivel de la Biblia. Entre sus libros están El libro del Mormón, La perla de gran precio y Doctrinas y convenios. Son la guía suprema para la iglesia. Además, Dios habla mediante el sacerdocio. Los Oráculos Vicos “valen más para los Santos de los Últimos Días que todas las biblias”

Véanse Apocalipsis 22:18,19 y Proverbios 30:5,6 respecto a los que añaden su propia enseñanza a la revelación divina. José Smith llamó a El libro de Mormón “el libro mas correcto que hay en la tierra”. Sin embargo, contenía tantos errores que en ediciones subsiguientes los historiadores han hecho tres mil cambios. Los muchos errores históricos en el libro que es la base para la iglesia deben hacer dudar de la validez de sus doctrinas.

Dios
El mormonismo enseña que hay muchos dioses. Sus libros sagrados se contradicen en ese sentido. Al principio enseñaban que había un solo Dios, según El libro de Mormón y en la traducción que José Smith hizo de la Biblia. Mas tarde la iglesia enseñaba que había tres dioses, negando la unidad de la Trinidad. Después enseñaban que todos los fieles llegan a ser dioses.

La doctrina de que existen muchos dioses se llama politeísmo, en contraste con el monoteísmo o creencia en que existe un solo Dios. La biblia enseña que Dios es uno, pero consta de tres personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Para estudiar más sobre la Trinidad, véanse los capítulos sobre el judaísmo y la iglesia Sólo Jesús.

Contra el politeísmo véanse Éxodo 20:1-3; Deuteronomio 6:4; 4:34, 35,39. La Biblia dice que nuestro Dios es el único Dios verdadero. Véanse 1 Reyes 8:60; Isaías 45:5-22; 46:9; Joel 2:27.

Se enseña que todos los dioses, incluso Jesucristo y su Padre, tienen cuerpos gloriosos de carne y hueso y están sujetos a las leyes que gobiernan lo físico. El Espíritu Santo es el único que no tiene cuerpo físico y está en todo el universo. Citan textos de la Biblia que mencionan las manos o los pies de Dios (Como Deuteronomio 33:3; Isaías 59:1,16,17). Con ellos quieren probar que Él es hombre y tiene cuerpo humano.

Juan 4:24 y Deuteronomio 4:15-18 dicen que Dios es Espíritu. Si dicen que el hombre fue hecho a la imagen de Dios, y por consiguiente Dios tiene cuerpo humano, podemos señalar Colosenses 1:15; 3:10 y Efesios 4:23,24, que nos prueban que Dios en su esencia es invisible y que la semejanza con la cual creó al hombre era una imagen espiritual, intelectual, moral santa, justa y perfecta, pero no se refiere a su forma corporal.

Es posible que un espíritu se manifieste en forma humana como lo hizo Dios en ciertas ocasiones (Génesis 18; Éxodo 24:10,11; Jueces 13:18), pero éstas eran manifestaciones de Dios y no su propia esencia. Véase Juan 1:18 y Éxodo 33:18-23.
Las referencias a sus manos, pies y demás son ejemplos de cómo Dios acomoda su revelación a la comprensión humana, hablando de los atributos del ser supremo como si fueran los de un hombre. Nótese que en el Salmo 94:9 dice: “El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?” No dice que Él tenga oídos ni ojos, sino que tiene las facultades de oír y de ver.

Enseñan que los dioses han sido humanos. Tienen muchas esposas y procrean hijos. Los hijos de estas uniones celestes son espíritus que esperan la oportunidad de nacer en el mundo. Si oyen la doctrina mormona, la aceptan y cumplen fielmente con las obligación de la iglesia, después de morir serán dioses.
La biblia enseña la eternidad de Dios. La trinidad existió antes de la creación de la raza humana. Jesús negó la existencia del matrimonio en el cielo (Mateo 22:29,30; Marcos 12:24-26).

Se enseña que Adán es el dios de este mundo, el único dios con quien los humanos tenemos que ver.

Génesis 1-4 enseña que Jehová Dios creó a Adán y a Eva, y ellos tuvieron que rendirle cuentas a Jehová. Caín y Abel ofrendaron sacrificios a Jehová mientras Adán estaba vivo todavía, lo que prueba que Adán y Jehová no son la misma persona. El resto de la historia bíblica trata de Jehová Dios, el mismo que en el Nuevo Testamento es llamado “el Señor”. El Nuevo Testamento no presenta a Adán como Dios sino como padre de nuestra naturaleza carnal (1 Corintios 15:21,22,45-49; Romanos 5:12-19).

Jesucristo
Dicen que Jesucristo fue hijo de Dios-Adán y de María. No fue engendrado por el Espíritu Santo, sino por generación natural.

Mateo 1:18-23 y Lucas 1:26-35 enseñan que Jesús es Hijo del Dios Altísimo, engendrado de una manera sobrenatural por el Espíritu Santo, y nacido de la virgen María.

Enseñan que Jesús tuvo varias esposas, entre ellas Marta y María (las hermanas de Lázaro) y María Magdalena. Así pudo “ver linaje” (Isaías 53:10). En las bodas de Caná de Galilea, el novio era Él. José Smith era uno de sus descendientes, el linaje prometido.

Isaías 53:10,11 explica que se refiere a la simiente espiritual y no a la natural. Vería linaje “cuando hubiere puesto su vida por expiación”, es decir, después de su muerte. Este linaje seria el “fruto de la aflicción de su alma”, de la obra expiatoria que es el tema de todo el capitulo. Cada cristiano forma parte de su linaje espiritual. La afirmación de que José Smith era descendiente natural de Jesús es ridícula.

La doctrina de la poligamia de Jesús y su casamiento con Marta y María se basa en Juan 11:5: “Y amaba Jesús a Marta a su hermana y a Lázaro”. Citan la primera parte de texto, omitiendo “y a Lázaro”. Amaba a Lázaro de la misma manera que amaba a Marta y a María, con un amor fraternal, de amigo, y con el amor de Dios que tenia para todos los suyos (Juan 13:1, 34; 15:9, 12).

En cuanto a las bodas de Caná, Juan 2:2 dice que Jesús también fue convidado a las bodas con sus discípulos. ¡Que raro que tuvieran que convidar al novio a presenciar sus propias bodas! El relato habla de Jesús como uno de los invitados y habla también del esposo como otra persona.

El Espíritu Santo
Dicen que el Espíritu Santo no tiene cuerpo; es espíritu y por lo tanto puede venir y habitar en los creyentes.
En esto estamos de acuerdo, pero ponemos más énfasis sobre la personalidad del Espíritu Santo.

Enseñan que el sacerdocio mormón reparte los dones del Espíritu Santo a su voluntad.
1 Corintios 12:4-11 enseña que el Espíritu Santo mismos reparte los dones según su voluntad, y no el sacerdocio. Algunos mormones hablan en lenguas, profetizan y manifiestan otros “dones”. Eso no es prueba de que su doctrina sea de Dios ni de que las manifestaciones sean del Espíritu Santo. El diablo es un gran imitador, y se complace en imitar la obra del Espíritu Santo para confundir y engañar a la gente (1 Juan 4:1; 1 Timoteo 4:1).

El pecado y la Salvación
Enseñan que Adán se vio en necesidad de desobedecer uno de los mandamientos de Jehová para poder cumplir con otro más importante, el de poblar la tierra. Por la desobediencia de Eva, ella fue condenada a la mortalidad. Para poder retenerla como esposa y poblar la tierra, Adán tuvo que hacerse mortal. En su sabiduría, desobedeció para que pudiera nacer la raza humana.

La Biblia no atribuye sabiduría alguna a la decisión de Adán. No fue engañado; desobedeció a sabiendas (1 Timoteo 2:14). Por ese mismo motivo su pecado fue peor aun (Romanos 5:12-19).

El mormonismo enseña que Jesucristo expió sólo el pecado de su padre, el Dios-Adán. Esto hizo posible la liberación de la humanidad de los efectos de la caída, pero no servía para redimir al hombre de los pecados individuales.

Si uno niega la deidad de Cristo, niega la expiación. La Biblia enseña que Cristo llevo los pecados nuestros, y no solamente los de Adán (1 Juan 2:2; 3:5; 4:10; Isaías 53: 4-6,12; Juan 1:29; 1 Corintios 15:3; Gálatas 1:4; Hebreos 1:3; 1 Pedro 2:24).

Se afirma que la redención individual depende de las obras de la persona, de sus propios esfuerzos. Para conseguir la salvación personal, hay que ser miembro de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y cumplir con sus ritos y ceremonias.
La Biblia enseña que la salvación individual no se consigue por obras, sino por fe en la obra expiatoria de Jesucristo (Efesios 2:8,9; Hechos 16:30,31; Juan 3:16-18; 6:28,29,40).

El bautismo por los muertos
Se enseña que lo que mueren sin ser bautizados en la iglesia de los mormones tienen oportunidad de oír la verdad en el mundo de los espíritus. Muchos creen pero no tienen allí la oportunidad de bautizarse para ser salvos. Los fieles que viven aún deben bautizarse en lugar de cada difunto cuya conversión desean. Así toman parte, cuantas veces desean, en la salvación de las almas. Para esta doctrina citan 1 Pedro 3:18-20 y 1 Corintios 15:29.

Una regla fundamental para interpretar correctamente las Escrituras es que la interpretación se hace a la luz de lo que dicen las otras partes de la Biblia sobre el tema. Las escrituras nos enseñan que hoy es el día de la salvación y no hay oportunidad después de la muerte. Debe llevarse el evangelio a toda persona en el mundo porque es allí donde el hombre debe tomar su decisión (2 Corintios 6:2; Hebreos 9:27; Marcos 16:15,16).

En segundo lugar, el hecho de que Cristo les predicara a los espíritus encarcelados después de su crucifixión no es base para creer que los muertos tendrán otra oportunidad de aceptar el evangelio. No dice el texto que estos espíritus fueran de muertos. Muchos comentarios creen que eran los ángeles que se rebelaron bajo Satanás y son guardados en “prisiones de oscuridad” hasta el juicio final (2 Pedro 2:4; Judas 6). Creen que Jesucristo les anunció el significado de su muerte vicaria y les hizo ver el amor y la sabiduría de Dios en su triunfo sobre Satanás.

El significado del pasaje no está claro. Algunos creen que se refiere al anuncio a los santos de los siglos anteriores a la consumación de su sacrificio. Lo relacionan con Efesios 4:8-10, donde se relata cómo Jesús descendió y al subir llevó cautiva la cautividad. Sea como fuera, no hay mención alguna del arrepentimiento de los oyentes en aquella ocasión, ni de su conversión, ni de la necesidad de que alguien se bautizara por ellos para que fuesen salvos.
1 Corintios 15:29 no enseña que uno debe bautizarse por los muertos ni dice que tal práctica tenga valor alguno. Ni siquiera dice que fuera corriente entre los cristianos. Sólo hace referencia a una costumbre existente entre ciertas personas de Corinto en aquella época, usándola como ilustración en su enseñanza sobre la fe en la resurrección.

Algunas personas creen que los corintios tenían esta costumbre en su iglesia. Cuando una persona se convertía en el lecho de la muerte y no tenía oportunidad de bautizarse, pedía que otra persona fuera bautizada en su lugar para dar testimonio público de su fe en Cristo. Esto pudiera ser cierto, pero el hecho de que la costumbre sea desconocida en la historia de la Iglesia primitiva indica que no era parte de la doctrina no de la práctica que había recibido de los apóstoles.

La Teocracia
Los Santos de los Últimos Días enseñan que el sacerdocio de su iglesia es el gobierno de Dios en la tierra. Quienes lo rechacen serán condenados.

Ya hemos visto que la salvación depende de la fe en Cristo, y no de que seamos miembros de aun iglesia (Hechos 16:31; Efesios 2:8). Los cristianos a través de los siglos se han vuelto miembors del reino de Dios al recibir al Rey en su corazón, al hacerlo Señor de su vida (Romanos 14:17). El reino de Dios tomará forma visible en la tierra cuando Cristo vuelva en Gloria.
La vida Futura

Según los mormones, los fieles llegarán a ser dioses, como Adán-Dios. Si los esposos son "sellados" en el templo, el matrimonio es eterno. Cada hombre, con su esposa o esposas como reinas, reinará sobre el planeta que quede bajo su responsabilidad. Continuarán procreando hijos espirituales eternamente. Las solteras tendrán que servir en una capacidad inferios en el mundo venidero. Donde las leyes del país prohíben la poligamia, se pueden celebrar bodas espirituales para ser esposos en el cielo aunque no puedan casarse enta la ley ahora.

Cristo enseña que la vida matrimonial no existe en el cielo (Mateo 22:29,30; Marcos 12:25; Lucas 20:34-36). Además, con respecto a nuestro estado en la eternidad, y su fundamento, lo único que vale es estar en Cristo: "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa" (Galatas 3:28,29). Lo que nos está preparando es igual para los hombres que para las mujeres.

Con respecto a las recompensas, cada uno dará cuenta de sí por las obras hechas durante su vida. La esposa no recibirá su herencia de acuerdo con lo que haya hecho su esposo (Romanos 14:10-12; 2 Corintios 5:10)

Se enseña que los paganos resucitarán con los justos y tendrán la oportunidad de oír la verdad. Si la aceptan, serán salvos; si la rechazan, serán condenados.

La Biblia nos enseña esto en 1 Tesalonicenses 4:16,17 y Apocalipsis 20:4-6, 11-15. Según estos pasajes, se ve que la primera resurrección es sólo para los creyentes.

La poligamia
José Smith escribió sobre el matrimonio celestial: "Abraham recibió concubinas y le parieron hijos; y se le imputó por justicia... Ve, pues, y has las obras de Abraham; acepta mi ley, y serás salvo".

No hay que creer, al leer esto, que los Santos de los Últimos Días practiquen la poligamia actualmente. Se sujetan a la ley del país y la prohíben de manera terminante. La Iglesia Reorganizada ha renunciado a la doctrina de la poligamia.

Romanos 3:28 y 4:1-3 nos presenta claramente que Abraham no fue justificado por lo que hizo, sino por su fe en la promesa de Dios. Véase Génesis 15:3-6; 25:1,6. La fe que le fue contada por justicia fue demostrada y así calificada por lo menos unos cincuenta y cinco años antes de la mención de las concubinas.

Esta cistrumbre de sacar textos, o parte, de su contexto bíblico y darles otro significado es típico de las doctrinas de Smith.

Salvación por la maternidad
Se enseña que el estado eterno de la mujer depende de que haya tenido hijos en esta vida. Basan su idea de la slavación mediante la maternidad en el texto de 1 Timoteo 2:15.

Hay diferencias de opinión sobre el significado exacto de este texto. La interpretación común es que Pablo no se refiere a la salvación del mal sino al alumbramiento feliz. El contexto parece respaldar esta interpretación, pues habla del pecado de Eva y la sentencia de sumisión al hombre que las mujeres habrían de llevar. Otra parte de la sentencia era la multiplicación de los dolores en el parto. Parece que Pablo piensa en esto y señala la esperanza que la mujer cristiana tiene de que el Señor la ayude mientras esté encinta y durante el parto.

Otra intepretación es que la mujer es redimida de la maldición por la salvación en Cristo, el Hijo Divino (Génesis 3:15,16). Él es la simiente de la mujer que heriría la cabeza de la serpiente. Desde Eva hasta María las mujeres tuvieronsu parte en la descendencia y la conservación del linaje mesiánico. De modo especial, Dios escogió a la virgen María para dar a luz al niño que traería la salvación para todos, tanto hombre como mujeres.

Cualquiera que sea la interpretación del texto, tiene que concordar con las otras enseñanzas de Pablo, quien lo escribió. Si la felicidad eterna de la mujer dependiera de la maternidad, Pablo no hubiera escrito como lo hizo en 1 Corintios 7. En el versículo 34 enseña claramente que las solteras tienen más libertad para dedicarse a las cosas del Señor que las casadas.

En cuanto a la poligamia, la Biblia reconoce el hecho de que existía la práctica, pero no la recomienda. Al contrario, cuando Dios instituyó el matromonio, le dio al hombre una sola mujer (Génesis 2:18-24). EL homicida Lamec fue el primer bígamo del que nos habla la historia sagrada (Génesis 4:19-24). Aunque es cierto que se permitió la costumbre durante la época del Antiguo Testamento, se enseñó en contra de ella en el Nuevo Testamento.

Los líderes de la iglesia deben servir de ejmeplo para todos los cristianos. Sobre ellos se enseña que no ddeben tener más de una esposa (1 Timoteo 3:2,12; Tito 1:5,6).